Capítulo 2
PINTURA LÚDICA
Identificamos la pintura como un acto ancestral; se despierta como una necesidad de comunicar y de imaginar; es vestigio y a la vez contemporaneidad de un lenguaje universal. El acto de pintar es el ejercicio simple de la aplicación de pigmentos sobre una superficie, colores, pero también, el escrupuloso estudio de su materia, forma y composición.
En este capítulo planteamos una mirada a través de elementos teóricos, técnicos, pero también lúdico y sensoriales. Reunimos el trabajo de 5 artistas que abordan la pintura desde posturas distintas. Se mezclan distintas generaciones y lugares - todos comparte la capital como su lugar de producción- contextos diferentes y unidos por el fino hilo de la naturaleza de la práctica pictórica.
Reconocemos la pintura en su producción a través del juego con los materiales, el color, a través del trazo, del soporte y a través de sus dimensiones tanto físicas como místicas.
Desde la subjetividad del gesto y el simbolismo hacia la desaparición de la signatura, el juego de las formas geométricas y el vacío. La obra de Irma, Paloma, Guillermo, Jesús o Martina es una autorreflexión, una metapintura que huye de la representación fiel de la realidad, y que vuelve infinitamente y sin agotamiento sobre los conceptos más esenciales del pensamiento y la expresión artística.
Identificamos la pintura como un acto ancestral; se despierta como una necesidad de comunicar y de imaginar; es vestigio y a la vez contemporaneidad de un lenguaje universal. El acto de pintar es el ejercicio simple de la aplicación de pigmentos sobre una superficie, colores, pero también, el escrupuloso estudio de su materia, forma y composición.
En este capítulo planteamos una mirada a través de elementos teóricos, técnicos, pero también lúdico y sensoriales. Reunimos el trabajo de 5 artistas que abordan la pintura desde posturas distintas. Se mezclan distintas generaciones y lugares - todos comparte la capital como su lugar de producción- contextos diferentes y unidos por el fino hilo de la naturaleza de la práctica pictórica.
Reconocemos la pintura en su producción a través del juego con los materiales, el color, a través del trazo, del soporte y a través de sus dimensiones tanto físicas como místicas.
Desde la subjetividad del gesto y el simbolismo hacia la desaparición de la signatura, el juego de las formas geométricas y el vacío. La obra de Irma, Paloma, Guillermo, Jesús o Martina es una autorreflexión, una metapintura que huye de la representación fiel de la realidad, y que vuelve infinitamente y sin agotamiento sobre los conceptos más esenciales del pensamiento y la expresión artística.
08.02 - 25.02 2024
L -V 11h- 19h
S 11h- 14h
S 11h- 14h
THA HOUSE
Calle Antonio Lopez, 58
MADRID
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